De un lado y del otro
por ANA COHAN
El video anda, el sonido rueda, la cámara marca y… ¡Acción!, comienza la magia. El chequeo técnico es breve y solo muestra una pequeña, pequeñísima parte del engranaje de esa increíble maquinaria que es hacer una película.
Acción es la palabra-arranque con la que los actores dan cuerpo y voz a personajes pensados y repensados largo tiempo, y es también la palabra-orden para que todos los que estamos del otro lado de la cámara nos mantengamos en silencio, atentos a lo que ocurre más allá de la lente. Ese momento de silencio absoluto de un lado, y de puesta en el otro es, creo, uno de los más únicos y originales de filmar una película. Es mágico por lo ficticio: todo lo que pasa más allá de la cámara tiene que parecer natural sin que nada, absolutamente nada del trabajo previo se note. La pintura que simula un tatuaje real, un cambio de peinado que cuenta el paso del tiempo o un falso choque deben parecer lo suficientemente reales para transformarse, ante la cámara, en un tatuaje verdadero, una persona años después o un choque verdadero. Y esto lleve el tiempo y el trabajo que lleve; lo importante es que no se note.
Como guionista primeriza vivo este rodaje con mucha alegría y asombro. Observar a estos actores tomar la voz de mis personajes y a este gran equipo de trabajo estar al servicio de una historia trabajada durante años con mi hermano me conmueve. Porque todo confluye en lo mismo: de un lado y del otro, antes o después de ¡acción!, todos vamos dándole vida y calor a la dura historia contada en No retorno.-
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